Italia: quien rechace un puesto de trabajo perdería automáticamente su plan social


El Gobierno italiano impulsa por estas horas un proyecto anunciado semanas atrás por la primera ministra Georgia Meloni

La primera ministra italiana busca concretar un proyecto que anunció apenas asumió en el Gobierno. De qué se trata y las resistencias que genera.

El Gobierno italiano impulsa por estas horas un proyecto anunciado semanas atrás por la primera ministra Georgia Meloni para reducir los programas de asistencia social. Busca hacerlo por medio de una iniciativa que ya generó rechazos en parte del arco político ya que, entre otros puntos, prevé que se le saque la ayuda a quienes rechacen ofertas laborales.

En concreto, Meloni quiere que si un beneficiario o beneficiaria del Reddito di cittadinanza (renta de ciudadanía) rechaza una oferta de trabajo, deje de percibir el monto del beneficio social.

El proyecto no busca borrar de un plumazo la renta, sino que endurecer las condiciones de acceso. La dirigente quiere, entre otras cosas, que los periodos de renovación sean más cortos y que disminuya el cheque a medida que pase el tiempo. Otra de las modificaciones que pretenden es que no sea vitalicio.
“La subvención no puede ser vitalicia”, dijo Claudio Durigon, uno de los impulsores del proyecto. “Hay que fijar un plazo más allá del cual no se puede ir, un poco como Naspi”, agregó en relación al subsidio de desempleo que en la actualidad dura 18 meses.

Cómo es el proyecto
En esa línea, añadió que una posibilidad es que “tras los primeros 18 meses de Reddito, que podamos seguir como máximo otros dos años y medio, pero con un desplazamiento”, o sea, una reducción del monto del subsidio.
Respecto de la suspensión, la iniciativa prevé que si transcurridos los 18 meses el beneficiario aún no encontró trabajo sea suspendido. Ahí se iniciará un curso de formación adaptado a su perfil y a la demanda del mercado, etapa en la que recibirá asistencia del Fondo Social Europeo.
Si después de ese periodo el beneficiario no logra incorporarse de alguna manera al mercado laboral, será suspendido por seis meses. Una vez que venza ese plazo podrá volver a solicitar la renta pero ya con un recorte del 25% del subsidio y también una duración menor.

De implementarse, el proyecto permitiría “el ahorro de unos 1.200 millones de euros, sin contar el ahorro con los controles”. Eso, de acuerdo a Durigón, permitiría “reforzar las intervenciones hacia los verdaderos pobres y luego introducir la Cuota 41, es decir, la posibilidad de jubilarse tras 41 años de trabajo”.








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