Yo sigo siempre motivado, pensando en qué sociedad le vamos a dejar a nuestros nietos. Lo conversaba la semana pasada con el ministro de Industria, Producción y Trabajo, Sebastián Lifton.

Hicimos un rápido repaso también de los sueños, y yo decía que estaba escuchando ayer el análisis que hacía un economista joven que lanzó un libro y que propuso un desafío a la clase política.

Ante una dificultad, una oportunidad

El desafío era “¿Cómo se cambian los paradigmas para salir de este estancamiento?”. En ese sentido surgen varios interrogantes: ¿Que significa que el Chaco tenga el 72% de pobreza en los chicos de 14 años para abajo? ¿Qué nos está mostrando ese 53,6 % de pobreza que informó el último registro del Indec en el Gran Resistencia, y que resultó el indicador más alto de una región en todo el país? ¿Y que el Gran Buenos Aires tenga el 51 % de pobres? ¿Y qué la ciudad de Buenos Aires tenga el 26%?

Imagínense la diferencia: Ciudad de Buenos Aires, el distrito con ingreso per cápita más alto de la Argentina con el Chaco, el distrito con ingreso per cápita casi más bajo de la Argentina.

¿Cómo se puede resolver ese problema? Cambiando de paradigma. Me decía una vez mi abuela: “Tonino, a grandes problemas, grandes soluciones”. Con la dificultad no puedes pactar, la vences o te vence y nosotros tenemos una dificultad.

Queremos seguir siendo dependientes de Buenos Aires, queremos seguir siendo dependientes del clientelismo político, salvo honrosas excepciones.

Capitanich y la mirada productivista en el Norte Grande

En esas excepciones yo me imagino que está el gobernador Jorge Milton Capitanich. ¿Tienen que haber otros políticos? No tengo ninguna duda. Yo me fijo en el gobernador del Chaco.

¿Qué está haciendo Capitanich? Bueno, el 12 de diciembre del año pasado empezó un proyecto qué me satisfizo a mí cuando hace casi siete meses atrás dije: “creo interpretar que Capitanich se sacó el chip sanitizante para ponerse el chip productivista”. Y me parece que no me equivoqué, porque con el Norte Grande, el Chaco puede llegar incluso a resolver su problema estructural que tiene.

Le voy a dar dos datos que ya creo le di la semana pasada. El primero de ellos lo saqué, por supuesto, de muchas publicaciones y sobre todo los análisis de Clarín. En este caso de Jorge Castro, un analista internacional muy conocido. Un hombre que sabe muchísimo, yo diría igual que Pepe Romero de lo que es China. Dice refiriéndose a China: “Esto sucede con una población crecientemente urbana que alcanza al 63,89% del total en el 2020, Y qué va a ser más del 80% en el 2030”.

China y su record de urbanización

El fenómeno de la urbanización china no tiene paralelo en la historia del mundo. 80% de la población era campesina en el 1950. La República Popular China fue fundada el primero de octubre de 1949, un año antes. Ochenta años después sería urbana en más del 80%. Y alcanzaría al 90% o más en los siguientes diez años.

Nuestro bloque, acaso el Norte Grande, junto con el eje de Capricornio: cinco regiones de Chile, el sur de Bolivia, Paraguay completo, el sur de Brasil ¿No podemos mirar hacia ese lugar, hacia el Asia Pacífico?

Con apoyo de China nace el mayor bloque comercial del mundo. Agrupa 15 países de la región del Asia Pacífico. 2.200 millones de habitantes representan el 30% del PBI. Observen quiénes son los países, comunistas y neoliberales: China, Japón, Australia, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Vietnam, Tailandia, Filipinas, Laos, Camboya, Myanmar, Malasia, Singapur, Indonesia y Brunei. Australia. Nueva Zelanda están con China, el eje Occidente con el eje de Oriente. ¿Acaso no se pueden juntar? ¿Qué va a pasar con el Chaco a 80 años vista? ¿Vamos a ser capaces de romper esta vieja estructura y que nazca la nueva estructura?

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