Pese a la crisis el país y el Chaco buscan reactivar la economía de la mano de la industria de la construcción.
La industria de la construcción, según se dice en la jerga empresarial, es considerada la madre de las industrias. ¿Por qué? Porque tiene un impacto inmediato en la dinamización económica, la teoría del derrame, pero en el buen sentido. Dentro de esa industria de la construcción, el eslabón principal en ese esquema es la vivienda.
En ese contexto, se entiende cuál es el sentido que el Presidente Alberto Fernández haya impulsado recientemente el Programa Reconstruir, que tiene como meta finalizar 55 mil viviendas en todo el país, con una inversión total de 110 mil millones de pesos.
De esas viviendas que serán terminadas, más de 4900 serán en la provincia del Chaco. Además se debe incluir las 3000 viviendas proyectadas por el plan económico Chaco Reactiva que impulsó la provincia hace varias semanas atrás. A partir precisamente de este programa económico, ya se licitaron la construcción de más de 600 viviendas para el Chaco.
En definitiva, la vivienda es quizás el elemento reparador, el elemento que une a toda la cadena de valor de la construcción, empezando por los obreros y los trabajadores de la construcción, pasando por los que están nucleados en la UOCRA, también los trabajadores informales que hacen changas en la construcción de casas o viviendas, hasta pasando por las grandes empresas del sector que desarrollan proyectos de gran escala, como la planta de residuos cloacales que se inauguró la semana pasada en la provincia, con la presencia del Jefe de Gabinete de Ministros Santiago Cafiero, y el ministro de Obras Públicas de la Nación Gabriel Katopodis, con una inversión aproximada de 175 millones de dólares.
Para dimensionar el cambio de época, en el año 2016 la gestión provincial anterior, la de Domingo Peppo, había tomado un crédito por 250 millones de dólares. Pero no se construyó ninguna obra, y hoy, ese crédito, ante las recurrentes devaluaciones que realizó el Macrismo hasta fines del 2019, se torna impagable para el Chaco.
Así tenemos: en mayo del 2021, en el medio de un contexto muy difícil por las enormes dificultades sanitarias y económicas-el 2020 Argentina tuvo una caída de casi el 10 % de su PBI- que deja la pandemia, Chaco pudo terminar una obra paralizada durante esos 4 años de Peppo en la provincia y de Macri a nivel nacional.
Esa gestión pasada, a pesar de los 250 millones de dólares de crédito tomado por el gobierno de Peppo, y pese a los más de 44 mil millones de dólares tomados por el Macrismo del Fondo Monetario Internacional, no dejó una sola obra de relevancia ni para el Chaco ni para todo el Norte Grande.
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