La durísima carta de Alejandro Lerner sobre la realidad de Argentina: “Nuestra riqueza es incalculable, como nuestra ignorancia”


a través de su cuenta oficial de Facebook, Alejandro Lerner hizo un duro descargo sobre la realidad de la Argentina.

El autor de “Todo a pulmón” recurrió a su cuenta de Facebook para despacharse con un texto contundente.

Este fin de semana, a través de su cuenta oficial de Facebook, Alejandro Lerner hizo un duro descargo sobre la realidad de la Argentina. Recién llegado de un viaje que lo llevó a Israel y España, el cantante comparó sus experincias en dichos países y reflexionó sobre lo que pasa en nuestra tierra.

“Hace rato que algo en mí me viene haciendo ruido, sobre todo después del viaje por España y por Israel. Transitar por un país que vive en guerra esperando los misiles tiene un costo y eso se siente”, comenzó escribiendo el autor de “Volver a empezar”. “El enemigo es real, es un país chiquito con un alma enorme y conviven con un estado de alerta y de supervivencia que los obliga a tener sus prioridades en orden y al acecho”.

“España es lo que Argentina podría ser, un país hermoso con un idioma cercano, lo cual es un alivio siempre -continúa Lerner-. La comida, las calles, la arquitectura, todo es familiar, pero la gran diferencia que yo he sentido es que se puede vivir en un clima de tranquila, normalidad y convivencia. No hay olor a miedo en las calles”, argumentó. “Un comentario que me llamó la atención: ‘aquí te pueden hurtar pero no te van a matar o agredir físicamente para robarte’. Y esa es una sensación que se respira y se comparte”.

El artista relató que viajó en tren bala, algo que muchos políticos han prometido construir en Argentina, y que vio cómo la gente trabaja y gracias al trabajo obtiene progreso. “Progreso, una palabra ya extinguida en los discursos de los que tienen y desaprovechan el poder y la responsabilidad y de los que quieren llegar y tienen el colmillo hambriento por seguir pegándole otra mordida a la torta que a todos nos pertenece”, dice con enojo el músico.

“La diferencia de un país del llamado tercer mundo y los del primero es la conciencia. Conciencia que trabajando se llega y se crece. Que hacer las cosas bien es mucho mejor que hacerlas mal. Que mentir, robar y hacer daño se paga. Que la justicia no son solo las personas, son las leyes y entre todos hemos acordado cumplirlas y defenderlas. Conciencia del respeto al otro”, continuó.
Tras preguntarse cómo Argentina llegó a este estado y cuándo fue que la sociedad se acostumbró a que le roban y mientan, se despachó contra los funcionarios. “Lo grave es saber que nuestro querido país no es pobre, es un país empobrecido. Y nuestra pobreza es moral, no es económica. Nuestra riqueza es incalculable, como nuestra ignorancia. ¿Cuándo fue que aceptamos que elegir lo menos peor es lo que nos merecemos?”, se cuestiona Lerner.
“Soy ateo de la política porque creo fervientemente en Dios y no veo a ningún político hablando de Dios, ni siquiera mostrando algún tipo de vergüenza por sus acciones ante la mirada de algo mayor a nosotros mismos”, reflexiona. “Lo peor que nos pasa es que nos convencen de que no nos merecemos mas que esto. Y es triste darse cuenta que esta realidad a la que nos hemos sometido a vivir podría ser muchísimo mejor que la que hemos aceptado mansamente a acatar”.

Antes de atacar directamente a la clase política, también invitó a reflexionar a aquellos que no hacen nada para cambiar las cosas. “Los niveles de inseguridad, crimen, desorden, desidia, son mas que alarmantes, son patológicos. La inflación no es como la fiebre que un día tomaste frío y te enfermaste. La inflación es una decisión. Y todos los días y desde siempre hay gente que toma la decisión de que vivamos en esta incertidumbre. Eso no es normal y no está bien. Esta mal, muy mal”.

Para el entrañable músico que sobre sus espaldas carga con una fructífera trayectoria de cuarenta años, Las razones son simples: “Egoísmo, ambición, miedo, ausencia de amor y de sensibilidad y la enfermedad que el poder genera. ¿Cómo alguien puede entender la pobreza si tiene autos, choferes, sueldos insultantes y un nivel de comodidad y de protección que solo la opinión pública y luego la Justicia podrían desnudar?”, se pregunta.

“Yo quiero que mi país cambie. Yo quiero que mi país crezca. Yo quiero no pensar en inseguridad, muertes y miedo como algo normal. No mis queridos, no es normal… No es normal que mueran colectiveros, que ataquen mujeres mayores o embarazadas, no es normal. Y nosotros lo estamos normalizando”, expresa ya en el final de la carta.

Tras asegurar que se quedará en el país por sus hijos, Lerner prometió seguir aportando lo suyo para que todos podamos mejorar. “No sigamos desaprovechando nuestra democracia con la excusa que no podemos hacer que las cosas cambien. Hay demasiado dolor y frustración acumulada y no es justo. Nuestros abuelos habiendo venido del horror mas profundo construyeron un país maravilloso. Que no nos quiten lo que nos queda de sueños para nosotros, para los nuestros y para todos en general. Lo peor que nos puede pasar es que nos convenzan que ya no está en nuestras manos. Hombres decentes, con capacidad y con sacrificio, eso quiero. La grandeza se convirtió en vanidad y en soberbia y eso no es más que otro símbolo de degradación. Mañana es una oportunidad y no la quiero dejar pasar”.

LaNación








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